David

Descubrí la oportunidad de trabajar en Chiang Mai casi por casualidad, desde España, y no me arrepiento de nada de la decisión. No era la primera vez que estaba en el país, así que fue 'dicho y hecho'.

Empecé en 2018, y el primer año se pasó volando. Desde el primer momento te sientes arropado, ya sea con los trámites del visado, con la llegada a la ciudad o el inicio en la empresa. El ambiente es multicultural, conoces gente de muchos sitios del mundo, con inquietudes y planes muy parecidos. Te dan regalos cada semana en la oficina, tienes fruta diaria, eventos de empresa durante el año, actividades externas de equipo. ¡Tienen mucha vida social!

Chiang Mai ofrece muchas cosas típicas de la gran ciudad, pero con los beneficios de no serlo. Puedes encontrar cultura, ocio, naturaleza, tranquilidad tanto en el día a día como en tus vacaciones.

El estilo de vida es encantador, y la calidad de vida es muy buena.  Además, hay vuelos directos a Bangkok y a un montón de ciudades cerca de unas playas increíbles. No hay que pensarlo mucho, ¡es una experiencia genial!

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